21 septiembre | Niños

Cómo guardar el Sábado

«Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él» Lucas 13: 17

Era sábado y Jesús estaba de nuevo en una sinagoga. ¿Te gusta ir a la iglesia? A Jesús le gustaba mucho. Allí enseñaba, curaba y hablaba con Dios.

Entonces, una mujer muy enferma se acercó a Jesús. Llevaba dieciocho años sin poder caminar bien. Tenía la espalda muy encorvada y le dolía todo el cuerpo.

Pero Jesús la curó y la mujer salió de la sinagoga con la espalda recta, dando gloria a Dios y llena de alegría.

Pero al jefe de la sinagoga no le gustó esto y le dijo a la gente: «El sábado no es día de curación. Solo se puede sanar durante la semana».

Entonces, Jesús dijo: «¿Acaso tú no sueltas a tu caballo para que beba agua en sábado?

Las personas son mucho más importantes que los animales y no es pecado curarlos en sábado».  La mejor manera de guardar el sábado es haciendo el bien.

Entonces los que le habían criticado bajaron la cabeza avergonzados.

En acción

¿Tienes algún amigo o conocido enfermo? ¿Por qué no le visitas en sábado?