28 septiembre | Niños
«De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna» Juan 3: 16
¿Sabías que Jesús ya había planeado venir a salvarnos mucho antes de que existiera cualquier cosa? ¡Es como saber que alguien te preparó el regalo más especial antes incluso de conocerte! Jesús, el Hijo, junto con Dios, el Padre, y el Espíritu Santo, decidieron que, si alguna vez nos perdíamos, Jesús vendría a buscarnos.
Ellos crearon al hombre para que fuera libre. No estaría obligado a amar a Dios. Pero si desobedecía, tendría que pagar con la muerte eterna porque la obediencia a Dios y a su ley es muy importante para su protección.
Sin embargo, Dios no permitiría que el hombre muriera para siempre. Tenía un plan. Jesús vendría a pagar este castigo.
¿Cuán grande es el amor de Dios? ¡Su amor no tiene comparación! ¡Él nos ama muchísimo! Por eso hizo este enorme sacrificio, ofreciendo su vida por nosotros.
Jesús no quiere que nadie se pierda. Ni una sola persona. Incluso con tanto amor para ofrecer, hay personas que no quieren se amor y tampoco quieren ir al cielo. ¡Qué triste!
En acción
Para recordar cuánto nos ama Jesús, ¿qué te parece si intentamos memorizar juntos Juan 3: 16? Así, cada vez que lo recuerdes, sabrás que eres muy importante para Dios. ¿Listo para practicar este versículo y llevarlo en tu corazón?