2 octubre | Niños
«Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá» Juan 11: 25.
Jesús tenía tres amigos y los quería mucho: María, Marta y Lázaro. Ellos vivían en Betania así que Jesús siempre iba y se quedaba en su casa.
Un día, las hermanas de Lázaro le avisaron a Jesús que su amigo Lázaro estaba enfermo y dos días después, murió.
Cuando Jesús llegó a casa de sus amigos, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Sus hermanas lloraron mucho. Jesús también lloró.
Luego Jesús se dirigió a la cueva donde estaba enterrado Lázaro. Unos hombres quitaron la piedra de la entrada y él gritó: «¡Lázaro, ven aquí!»
Lázaro se levantó de la tumba y salió. Todos se sorprendieron y se alegraron, ¡porque Jesús lo había resucitado de entre los muertos! ¡Esto mismo ocurrirá cuando Jesús vuelva!
En acción
Repite el versículo: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá» Juan 11: 25.