3 octubre | Niños

El camino al cielo

«En la casa de mi Padre muchas moradas hay» Juan 14: 2

Antes de morir, Jesús estaba preocupado por sus discípulos. Estaban tristes y tenían miedo de quedarse sin su mejor amigo.

Ahora, imagina la ternura en la voz de Jesús al tranquilizar a sus discípulos, diciéndoles que no hay motivo para temer, porque él y el Padre están preparando un lugar especial en el cielo para cada uno de ellos. Es una promesa de reunión y eternidad, asegurándoles que, aunque él deba irse, volverá para llevarlos consigo, para que estén donde él esté.

Cuando Tomás, lleno de dudas, pregunta cómo pueden conocer el camino al cielo, Jesús le ofrece una respuesta llena de sabiduría: dedicar tiempo a hablar con Dios cada día. Esto revela que el camino al cielo no es un lugar al que se puede llegar por medios convencionales, sino a través de una relación personal y diaria con Dios.».

En acción

Piensa en el hogar celestial que Jesús está preparando para ti. ¿Cómo imaginas que será? Utiliza colores brillantes y dibuja tu visión del cielo, asegurándote de incluir elementos que representen paz, amor y alegría. Mientras dibujas, habla con Jesús y agradécele por su promesa de prepararnos un lugar especial junto a él.