7 octubre | Niños
«Entonces fue y se llevó el cuerpo de Jesús» Juan 19: 38
Jesús vino al mundo para enseñar el bien a todas las personas, pero muchos no lo aceptaron. Maldijeron a Jesús, se rieron de él, le escupieron y le golpearon hasta que sangró. Luego le pusieron una corona de espinas y lo clavaron en una cruz.
Jesús estuvo colgado allí por un largo tiempo. Las heridas de los clavos en las manos y en los pies le dolían demasiado. También le dolían los golpes que le habían dado por todo el cuerpo. Jesús apenas podía respirar, así que dio su último suspiro y murió.
Había dos hombres buenos, José y Nicodemo, que lo amaban. Ellos pidieron permiso para bajar el cuerpo de Jesús de la cruz para enterrarlo. Nicodemo compró perfumes, envolvieron a Jesús en sábanas perfumadas y lo colocaron en una tumba nueva.
Aunque muchos odiaban a Jesús, ¡había algunos que lo amaban!
En acción
¿Amas a Jesús? Di: «Yo amo a Jesús. Y siempre quiero caminar con él».