17 octubre | Niños
«Cuando fue de día, algunos de los judíos tramaron un complot y se juramentaron bajo maldición, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubieran dado muerte a Pablo» Hechos 23: 12.
Dios nunca abandonó a Pablo. Dios siempre acompaña a los que cuentan su historia a los demás.
Tiempo atrás, Pablo estaba preso en una fortaleza y una mañana temprano sus enemigos se reunieron para planear matarlo. Había allí más de cuarenta hombres. Se dirigieron a los jueces y les pidieron que escribieran una carta para liberar a Pablo de la fortaleza y que fuera supervisado por otro juez.
¿Sabes lo que querían hacer? Mientras Pablo se dirigía al nuevo lugar, querían tomarlo por sorpresa y matarlo.
Pero el sobrino de Pablo estaba escondido y escuchó todo. Entonces corrió a contarle el plan a su tío y el comandante de la fortaleza se enteró y llamó a muchos soldados para que acompañaran a Pablo al nuevo lugar al que se dirigía.
Como resultado, los enemigos de Pablo no pudieron hacer nada contra él. ¡Dios había protegido a Pablo una vez más!
En acción
Dibuja el ángel que protegía a Pablo. ¿Sabías que también hay un ángel que vela por ti?