18 octubre | Niños
«Por poco me persuades a hacerme cristiano» Hechos 26: 28
Había un rey llamado Agripa y su esposa se llamaba Berenice.
Pablo había sido llevado ante este rey porque sus enemigos habían inventado mentiras sobre él y este rey quería saber si lo que había oído eran mentiras o verdades.
El rey y la reina estaban vestidos con ropas muy elegantes. Pablo empezó diciendo: «Oh, rey, estoy muy contento de contarte la historia de Jesús. Yo perseguía a todos los que eran amigos de Jesús. Los arrestaba y los maltrataba. Pero Jesús vino a hablar conmigo. Entonces comprendí que Jesús quería ser mi amigo y decidí serlo yo también».
Pablo siguió hablando de Jesús y de su gran amor. Les contó cómo había venido, había muerto en la cruz, luego resucitado y ahora estaba en el cielo.
Festo, uno de los hombres que estaba escuchando, trató a Pablo de loco. Pero Pablo tuvo aún más valor para hablar. Entonces el rey Agripa dijo: «Hablaste tan bien que casi me hago amigo de Jesús también».
Qué pena que el rey casi se hiciera amigo de Jesús. Esto significa que no lo aceptó. A pesar de ello, ¡Pablo siguió predicando!
En acción
Si algún día un amigo se ríe de ti por hablar de Jesús, no te entristezcas. Ora, diciendo: «Querido Dios, ayúdame a contar la historia de Jesús, aunque alguien se ría de mí».