1 noviembre | Niños
«El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece» 1 Corintios 13: 4
¿Qué es el amor? ¿Crees que el amor es querer a alguien que me trata bien? ¿Y cuando alguien nos trata mal? ¿Deberíamos odiar a esa persona?
Jesús nos enseña que el amor es mucho más que querer a alguien que nos ha tratado mal. Amar es recordar que todas las personas fueron creadas por Dios y que, así como él las cuida, las respeta y las trata con cariño, nosotros debemos hacer lo mismo.
El amor nos hace pacientes, amables y nos quita la envidia y los celos. Las personas que aman no necesitan estar diciendo a todo el mundo que han hecho algo bueno.
A algunas personas les gusta dar ropa, regalos y comida a los necesitados solo para decirle a todo el mundo: «¡Mira qué bueno soy!». Pero eso no es amor, eso es presumir.
¡Dios es amor! Él es nuestro mayor ejemplo. Un día, cuando estemos en el cielo, comprenderemos mejor la dimensión del amor de Dios. Pero mientras estemos aquí en la tierra, podemos practicar cada día amar como ama Jesús.
En acción
Repite el versículo: «El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece» 1 Corintios 13: 4.