3 noviembre | Niños
«Mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor» 2 Corintios 3: 18
Pensando en tus programas de televisión y juegos favoritos, ¿te has detenido a considerar cómo afectan lo que piensas y sientes? Algunos niños eligen actividades al aire libre y juegos con amigos en lugar de pasar horas frente a pantallas. Estas decisiones pueden influir en cómo crecemos y en quién nos convertimos. Ver continuamente comportamientos negativos en la pantalla puede influenciarnos de manera que no deseamos, mientras que enfocarnos en actividades positivas y en la historia de Jesús puede guiarnos a ser más como él.
¿Te has dado cuenta de que nos convertimos en lo que más vemos y en lo que pasamos nuestro tiempo? Es como cuando pasas tiempo con un amigo y comienzas a hablar o actuar como él. Si queremos ser más como Jesús, necesitamos pasar tiempo conociendo sus enseñanzas, hablando con él en oración y llenando nuestra mente con cosas que nos acerquen a él.
En acción
Reflexiona sobre cómo pasas tu tiempo libre. ¿Qué cambios podrías hacer para reflejar más a Jesús en tu vida? Escribe el versículo de 2 Corintios 3: 18 en un lugar donde puedas verlo todos los días, como un recordatorio de que, al mirar a Jesús, nos transformamos gradualmente para ser más como él. ¿Qué actividad podrías hacer hoy que te acerque más a Jesús?