13 noviembre | Niños
«Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús» Filipenses 2: 5
Imagina que Jesús, siendo Dios y teniendo todo el poder del universo, escogió venir a este mundo no como un rey con todo el lujo imaginable, sino como un bebé sencillo, nacido en un lugar muy humilde. ¿Te sorprende eso? A mí también. Jesús podría haber tenido cualquier cosa que quisiera: una cuna de oro, las mejores ropas, una mansión gigantesca. Pero, en cambio, eligió la simplicidad. ¿Por qué crees que hizo eso?
Piénsalo: Jesús vivió una vida sencilla, ayudando a su familia y siendo amable con todos, sin importar quiénes fueran. Él quería mostrarnos que ser rico o tener muchas cosas no es lo más importante. Lo más importante es ser amable con los demás, perdonar y tratar bien incluso a las personas que nos tratan mal.
En acción
Reflexiona sobre esto: ¿Cómo puedes ser más como Jesús en tu vida diaria? ¿Hay alguna forma en que puedas ayudar a los demás o ser más amable? Y recuerda este versículo: «Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús» Filipenses 2: 5. Quizás puedas hacer un dibujo de algo sencillo que puedas hacer para alguien esta semana, como una manera de seguir el ejemplo de Jesús.