16 noviembre | Niños

¡Qué alegría!

«Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» Filipenses 4: 13.

No sé si hoy estás contento. Tal vez estés triste. Los niños se ponen tristes cuando pierden a su mascota, cuando se rompe su juguete favorito, cuando los castigan, o cuando tienen que parar de hacer lo que les gusta, cuando se hacen daño, etc.

Los adultos también se ponen tristes. Pablo, el predicador de la historia de Jesús, también estuvo triste varias veces. Le pegaron y lo apedrearon hasta que sangró, lo encarcelaron y lo maltrataron. Pasó hambre y perdió a amigos a los que quería.

Pero Pablo se sentía muy fuerte. ¿Sabes por qué? Porque caminaba con Dios y Dios le dio fuerzas para ser feliz y estar agradecido, incluso cuando su cuerpo le dolía e incluso cuando había gente que decía cosas malas de él.

Cuando estamos con Jesús, ¡somos muy fuertes!

En acción

Memoriza el versículo: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» Filipenses 4: 13.