17 noviembre | Niños
«Y vosotros estáis completos en él» Colosenses 2: 10
Incluso antes de que Jesús viniera al mundo, Satanás ya estaba haciendo planes para que la gente creyera que Jesús no era Dios. Él quería que la gente lo viera como un predicador al que le gustaba presumir, o como un loco o simplemente como un buen hombre que enseñaba cosas buenas.
Pero Jesús fue mucho más que un buen hombre mientras estuvo aquí en la tierra. Jesús vino humilde y pobre, como un niño pequeño, pero era Dios.
Como Dios, vino en forma de hombre, para crecer, para predicar, para enseñar a la gente a ser amable, educada, para mostrar a todos que este mundo tenía cosas muy malas, pero que todos podrían estar en el cielo para siempre algún día. Y Jesús vino a morir para pagar por la desobediencia de Adán, Eva y todos los que vinieron después de ellos hasta nosotros.
Jesús es Dios.
Tú, tu mamá y tu papá solo pueden ser buenas personas e ir al cielo gracias a Jesús y a su muerte en la cruz.
En acción
Dibuja la cruz de Jesús y ora: «Gracias, Jesús, por ser mi Dios, por morir en la cruz y por preparar el cielo para mí y para todos los que quieran ir allí. En el nombre de Jesús, amén».