22 noviembre | Niños
«Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero» 1 Timoteo 1: 15
Cuando naciste, ya había muchas cosas malas en el mundo. ¿Puedes pensar en alguna cosa mala o triste que esté ocurriendo en el mundo? Niños y adultos que pasan hambre, gente muy mala que secuestra niños, guerras en las que muere mucha gente buena, enfermedades...
El mundo no era así al principio. Fue Satanás quien hizo que entrara el pecado, y junto con el pecado la tristeza, la muerte, las lágrimas y el sufrimiento.
Dios se entristeció al ver cómo un mundo hermoso y agradable que había creado se estaba convirtiendo en un lugar donde la gente sufría. Él no había creado a las personas para morir, sino para vivir eternamente.
Así que cumplió una promesa que había hecho desde que creó el mundo: Jesús vendría a pagar el precio de la desobediencia, ¡y sus hijos volverían un día a vivir para siempre en un mundo perfecto!
¿Qué vino a hacer Jesús en el mundo? ¡Vino a pagar el precio que todos deberíamos pagar! ¡Qué Dios tan amoroso!
En acción
Ora diciendo: «Querido Jesús, ¡gracias por venir a morir en la cruz en mi lugar! En el nombre de Jesús, ¡amén!»