2 diciembre | Niños
«Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo» Hebreos 1: 1, 2
Antes de que hubiera pecado en el mundo, Adán y Eva hablaban diariamente con su Creador y él los visitaba. Sin embargo, la desobediencia trajo la separación entre Dios y el hombre. Ya no era posible ver a Dios.
Pero él prometió que un día enviaría a Jesús al mundo para que pudiéramos volver a tener una conexión con el cielo. Mientras Jesús no venía, la gente ofrecía sacrificios, matando una oveja u otros animales, lo que representaba la muerte de Jesús.
Una forma en que Dios nos habla es a través de la naturaleza. Cuando vemos los animales hermosos y cariñosos que nos hacen tan felices, las flores hermosas y fragantes, los árboles altos y hermosos, el sol, la lluvia, las colinas, los mares, la pradera verde; podemos contemplar el amor, la gloria y el poder de Dios.
Dios también nos habla a través de la Biblia, su Palabra. Durante mucho tiempo no hubo nada escrito. Los niños escuchaban la historia de la creación y del pecado a través de sus padres. Moisés fue el primer escritor de la Biblia. Tuvieron que pasar mil seiscientos años, desde Moisés hasta Juan, el autor del último libro, para que se escribiera la Biblia.
Pero la forma más perfecta en que Dios nos habla tuvo lugar con la venida de Jesús al mundo como un bebé. Satanás había perturbado la forma en que entendemos a Dios. Así que Dios mismo vino a deshacer este error mostrando a todos su amor.
En acción
Dios se revela a través de la naturaleza. Dibuja lo que más admires de ella.