3 diciembre | Niños
«Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro» Hebreos 4: 16
Antes de morir y resucitar, Jesús nos dijo que no nos preocupáramos porque él nos prepararía un hogar.
Desde entonces, él ha estado preparando tu hogar y el mío en el cielo, donde seremos eternamente felices, sin dolor, enfermedad, muerte ni lágrimas.
Jesús también está haciendo otras cosas asombrosas por nosotros. Él está muy cercano a regresar, y no quiere que nadie se quede fuera del cielo. Por eso envió al Espíritu Santo para guiar a todos a que conozcan a Jesús. Presta atención cuando el Espíritu Santo te dé el deseo de escuchar historias de Cristo o de orar y entregar tu corazón a él.
Otra cosa que Jesús hace es ayudarte a vencer cuando Satanás te susurra al oído que hagas algo malo. Durante esos momentos, solo ora pidiéndole a Jesús que no te deje hacer lo que Satanás quiere. Cuando te pones de rodillas y dices el nombre de Jesús, Satanás huye aterrorizado.
Jesús también está trabajando para que confíes más en él cada día. A veces se toma tiempo para responder a tus oraciones para que aprendas a ser paciente y esperar. Esto hace que tu confianza en él sea perfecta.
Jesús sigue haciendo algo muy especial, y en el devocional de mañana sabrás qué.
En acción
Repite el versículo: «Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro» Hebreos 4: 16.