12 diciembre | Niños
«Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia» 2 Pedro 3: 13
Las promesas de Dios son maravillosas. Él ha hecho muchas promesas, y ya ha cumplido gran parte de ellas. Prometió que enviaría a su Hijo Jesús a morir por nosotros. ¿Te imaginas cuánto le dolió al Padre tener que cumplir esta promesa? ¡Mucho, pero cumplió su promesa! Jesús vino como un bebé, creció, murió en la cruz y se fue al cielo.
Otra promesa de Dios es un cielo nuevo y una tierra nueva. ¿Te imaginas vivir en un mundo completamente distinto al nuestro? Todo será nuevo y no quedará ni un poquito de lo que vemos hoy. Tendrás un corazón nuevo como el corazón de Jesús, nadie se enfermará, los animalitos que amas no morirán, tendrán alas para volar, caminaremos por calles de oro y viviremos en una casa de piedras preciosas.
Podría contarte tantas cosas sobre el cielo, pero seguiría siendo muy poco comparado con todo lo que será en realidad.
Yo quiero prepararme para ese día y espero de todo corazón que Jesús cumpla esta promesa. ¿Y tú?
En acción
¿Cómo te imaginas que será el cielo? ¿Te animas a dibujarlo?