26 diciembre | Niños
«Tenía en su mano un librito abierto» Apocalipsis 10: 2
Juan, el discípulo amado, vio al Todopoderoso Jesús con un librito muy importante en la mano. Este libro mostraba cosas muy serias que sucederían cuando el mundo se acercara a su fin.
¿Te acuerdas de Daniel, que fue arrojado al foso de los leones? Él también era un profeta de Dios y recibió visiones acerca del fin de los tiempos.
El librito que vio Juan era el libro del profeta Daniel. Este libro mostraba cómo Jesús vino al mundo como el corderito que fue sacrificado. Después de su regreso al cielo, se empezó a contar su historia en el mundo.
En el cielo, Jesús comenzó el trabajo de revisar a quien, cada uno de sus hijos, desde Adán, había elegido: a Jesús o a Satanás. Aquí en la tierra, muchos de los que lo amaban pensaron que él volvería por ellos, pero no vino. ¡Estaban tan decepcionados!
¡Lloraron mucho! Se suponía que ese llanto los haría fuertes porque Dios tenía un trabajo para ellos. El mundo había puesto a un lado la ley de Dios y la preparación para el cielo. ¡Y alguien tenía que recordárselos!
Las personas que contarían esta historia se llamarían Adventistas del Séptimo Día. Construirían escuelas, hospitales, iglesias y editoriales y difundirían la historia de Jesús y su regreso por todo el mundo.
En acción
Pregúntale a tu mamá qué significa ser Adventista del Séptimo Día.