24 febrero | Niños

Para los adultos

«Así extirparás el mal de en medio de ti» Deuteronomio 22: 21

Es natural sentir alegría al ver a nuestros padres felices, y esto es algo que Dios también valora profundamente. Él diseñó a las familias para que fueran espacios de amor, felicidad y cuidado mutuo. Sin embargo, alcanzar y mantener esa felicidad requiere esfuerzo y compromiso de todos los miembros de la familia.

Para guiar a las familias hacia relaciones saludables y duraderas, Dios estableció principios claros sobre cómo vivir en amor y respeto mutuo. Entre estas pautas, se encuentra la importancia de la fidelidad y el compromiso entre esposo y esposa, animando a cada uno a cuidar del otro, a escuchar y a respetar, buscando siempre mantener la unidad y evitar la separación.

En acción

Aprovecha un momento especial para reunirte con tus padres y orar por ellos. Puedes usar estas palabras o crear tu propia oración: «Querido Dios, te pido que cuides a mi papá y a mi mamá, que su amor crezca cada día más fuerte y que siempre encuentren maneras de permanecer juntos, superando cualquier dificultad. Ayúdalos a vivir según tus pautas, llenos de amor y respeto mutuo. En el nombre de Jesús, ¡amén!».