5 marzo | Niños
«Yo tenía cuarenta años de edad cuando Moisés, siervo de Jehová, me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra, y yo le traje noticias como lo sentía en mi corazón» Josué 14: 7
¿Recuerdas la historia de los espías enviados por Moisés a la tierra de Canaán? Aunque la mayoría regresó con informes desalentadores, Josué y Caleb se mantuvieron firmes en su confianza en Dios.
A pesar de que la mayoría dijo que era imposible entrar a la Tierra Prometida, ¡el pueblo finalmente entró! Déjame preguntarte algo. ¿Cuántos años tiene tu padre? ¿Y tu abuelo? ¿Sabías que Caleb tenía 40 años cuando fue a espiar la tierra de Canaán, y que no la reclamó hasta que tuvo 85 años?
Así comenzó la división de la tierra de Canaán entre las tribus de Israel. Por supuesto, el valiente y fiel Caleb también recibiría su parte. Incluso con 85 años, se sentía tan fuerte como el día en que fue a espiar a Canaán. ¡Incluso se sentía preparado para ir a la guerra!
Qué valiente, ¿verdad? La parte que recibió estaba habitada por gigantes, ¡pero aun así no tuvo miedo porque confiaba en que Dios le daría la fuerza para expulsar a esos gigantes!
En acción
Reflexiona sobre los miedos que enfrentas en tu vida diaria. Puede ser algo aparentemente pequeño, como hablar con desconocidos, o un miedo más profundo. Al igual que Caleb confió en que Dios le daría la fuerza para conquistar sus desafíos, tú también puedes pedirle a Jesús que te infunda valor. Habla con tus padres o tutores sobre estos miedos y oren juntos, pidiendo por la valentía y la confianza necesarias para superarlos, inspirados en el ejemplo de Caleb.