8 marzo | Niños
«Después, los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová y sirvieron a los baales» Jueces 2: 11.
Después de que Josué tuvo esa charla especial con el pueblo, durmió el sueño de la muerte.
El pueblo había prometido ser obediente y no adorar a otros dioses. Pero lamentablemente no fueron obedientes. ¡Qué vergüenza!
Comenzaron a arrodillarse ante otros dioses y a orarles… ¡Esto entristeció mucho a Dios! Entonces, ¡Dios no pudo protegerlos de sus enemigos! ¿Sabes lo que pasó? Empezaron a ser derrotados en las batallas y muchos ladrones empezaron a entrar en sus campos y a robarles la comida, el ganado y lo que poseían.
Pero Dios tuvo mucha paciencia con ellos y envió jueces para defenderlos. Mientras el juez estaba con vida, obedecían a Dios. Pero cuando el juez moría, ¡volvían a desobedecer! ¡Qué gente tan desobediente!
En acción
¿Eres obediente o desobediente? ¿Te gustaría ser más obediente a Dios, a tu papá y a tu mamá? Ora con ellos y pide ayuda a Dios.