27 marzo | Niños

El acuerdo entre Dios y David

«Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti» 2 Samuel 7: 22

Pasaron algunos años y David ya había construido un hermoso palacio en Jerusalén para vivir.

Un día le dijo al profeta Natán: «Me avergüenzo porque vivo en un hermoso palacio, pero el templo de Dios sigue siendo una tienda».

Entonces Dios envió un mensaje a David: «¡David, tú eres mi elegido! ¡Te saqué del campo donde eras un pastorcito para ser un rey famoso! Cuando mueras, elegiré a uno de tus hijos para que ocupe tu lugar… ¡Y tu hijo construirá una hermosa casa para mí! Siempre estaré contigo y con tu hijo, y siempre habrá reyes en tu familia».

David se llenó de alegría. Fue al santuario, adoró a Dios y dijo que Dios era muy bondadoso. ¡Él era el único Dios verdadero!

En acción

¿Amas a Dios? ¿Qué te ha dado hoy? ¡Ora con tus padres y dale gracias a Dios por todo lo que te ha dado!