29 marzo | Niños

Las consecuencias del pecado de David

«Y arrojando piedras contra David y contra todos los siervos del rey David» 2 Samuel 16: 6

Durante más de un año, David trató de ocultar su pecado. Tras la muerte de Urías, se casó con Betsabé y pensó que todo estaba resuelto. Sentía mucha culpa, pero solo se arrepintió de verdad cuando el profeta fue a hablar con él, y Dios lo perdonó.

Cada vez que desobedecemos a Dios, hay consecuencias. David pensaba que estaba haciendo las cosas en secreto, pero su familia y sus súbditos podían ver que había algo mal en él. David perdió parte del respeto de sus hijos y de su pueblo.

Absalón, uno de sus hijos, organizó una revuelta en el reino para ocupar el lugar de su padre y David tuvo que huir apresuradamente de la ciudad. Algunas personas lo apedrearon y maldijeron.

Hubo una guerra entre los soldados de David y Absalón. Al final, David triunfó y pudo regresar al palacio. Pero nunca volvió a ser el mismo. Los recuerdos de su pecado y las pérdidas que tuvo siempre le recordarían que nunca vale la pena pecar.

En acción

Pídele a tu mamá o papá que te cuente algunas consecuencias de un error que hayan cometido.