7 abril | Niños
«Ve y pídeles vasijas prestadas a todos tus vecinos, vasijas vacías, todas las que puedas conseguir» 2 Reyes 4: 3.
En tiempos del profeta Eliseo, se le acercó una viuda. Estaba desesperada. Su esposo, un hombre de Dios, había muerto. Tenía deudas que pagar y no tenía dinero. Los cobradores le exigían el pago y la amenazaban con llevarse a sus dos hijos como pago de la deuda. ¿Qué podía hacer?
Eliseo le preguntó qué tenía en casa. Ella le dijo que solo tenía un poco de aceite. Entonces, el profeta le dijo que fuera al vecindario y pidiera prestadas muchas vasijas. Que llenara cada una con tanto aceite como tuviera.
¿Qué quería decir? Ella sabía que su aceite era insuficiente para llenar tantas vasijas. Pero obedeció. El aceite siguió fluyendo mientras tuvo vasijas vacías que llenar. Cuando llenó la última vasija, el aceite dejó de fluir.
Eliseo le dijo que vendiera una parte para pagar sus deudas y que viviera con el resto. Esto nos enseña a creer y tener fe en Dios. ¡Él es nuestro sustentador!
En acción
Dibuja muchas vasijas llenas de aceite de oliva.