11 abril | Adolescentes
«Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo.» 2 Reyes 20: 6
Había una vez un rey llamado Ezequías, que gobernaba al pueblo de Dios. Era conocido por ser justo y fiel, siempre procurando hacer lo correcto a los ojos del Señor. Pero, un día, Ezequías enfermó gravemente, estaba tan enfermo que parecía no haber esperanza de curación. Entonces, el profeta Isaías trajo un mensaje de Dios para él: «Prepara tu casa, porque vas a morir y no vivirás».
Al escuchar esta noticia, Ezequías hizo algo de lo que todos nosotros podemos aprender: no se quedó abatido ni se dio por vencido. Se volvió hacia la pared y oró fervorosamente, pidiendo misericordia al Señor. Dios, conmovido por la oración sincera de Ezequías, envió nuevamente a Isaías para decirle que había escuchado su oración, y por eso, le añadiría 15 años más de vida. Como prueba de esto, hizo que la sombra en el reloj de sol de Acaz retrocediera diez grados.
Esta historia increíble nos muestra el poder de la oración y cómo Dios siempre está dispuesto a escucharnos. Al igual que Ezequías, podemos acercarnos a Dios en oración, recordando que Él nos ama y quiere lo mejor para nosotros. Recuerda que, incluso cuando las cosas parecen imposibles, podemos confiar en Dios para sorprendernos con Su bondad y misericordia. ¡Quién sabe si también recibiremos 15 años más de vida!
En Acción:
Para recordar esta historia increíble, ¿qué tal crear un reloj de sol casero con papel, lápiz y un poco de sol? Así, puedes ver cómo se mueven las sombras y recordar que, así como Dios controló el tiempo para ayudar a Ezequías, Él también controla nuestra vida y puede hacer grandes milagros en ella, si confiamos en Él.