15 abril | Adolescentes
«Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió, porque había extendido su mano al arca; y murió allí delante de Dios.» 1 Crónicas 13: 10
La historia de hoy trata sobre un evento sorprendente y algo triste que ocurrió cuando intentaron llevar el Arca de la Alianza de regreso a Jerusalén. El Arca de la Alianza era muy sagrada, representando la presencia de Dios entre el pueblo. Dios había dado instrucciones específicas sobre cómo debía ser transportada: solo los levitas podían llevarla y debían hacerlo utilizando las varas instaladas en los anillos de oro a su alrededor. Nadie podía tocar el Arca directamente.
Pero durante el transporte, algo no salió como estaba planeado. Pusieron el Arca en un carro nuevo, lo cual ya era un error. Entonces, cuando los bueyes tropezaron, Uza, uno de los hombres que estaba ayudando, pero que no era levita, instintivamente extendió la mano para sostener el Arca e impedir que cayera. Pensó que estaba haciendo lo correcto, pero tocar el Arca estaba prohibido. Desafortunadamente, Uza murió en ese mismo instante por desobedecer esta regla divina.
Esto nos enseña que, aunque nuestras intenciones sean buenas, pueden ser incorrectas si lo que hacemos no sigue las orientaciones de Dios. Dios quiere que lo respetemos y sigamos Sus mandamientos, no basándonos en cómo nos sentimos o en lo que pensamos que es correcto, sino en lo que Él nos dice.
En Acción:
Para recordar la importancia de seguir las orientaciones divinas, hagan un juego con su familia o amigos donde deban seguir instrucciones exactas para llegar a un tesoro escondido. Así como necesitamos seguir las reglas de Dios, en este juego, seguir las instrucciones correctamente será lo necesario para obtener el éxito.