23 abril | Adolescentes
«Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra.» 2 Crónicas 15: 7
A veces, podemos sentirnos desanimados, cansados y sin ganas de cantar una linda canción, como si todo fuera demasiado difícil y no pudiéramos seguir adelante. El desánimo es como si nuestra energía y voluntad para hacer cosas desaparecieran. Es cuando todo parece complicado y no tenemos ganas de intentarlo.
En 2 Crónicas 15: 7, Dios nos da un mensaje alentador: «Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra». Dios estaba hablando al pueblo de Israel, que enfrentaba momentos difíciles, pero este mensaje también es para nosotros hoy.
El desánimo puede aparecer cuando las cosas no salen como planeamos o cuando enfrentamos muchos desafíos. Pero Dios nos recuerda que no debemos perder la esperanza. Él está con nosotros, dándonos fuerza y coraje para seguir adelante. Y más que eso, Dios promete que nuestro esfuerzo y dedicación serán recompensados. ¡Amén por eso! Esto significa que, aunque las cosas parezcan difíciles ahora, hay cosas buenas esperándonos si continuamos haciendo el bien y confiando en Dios.
En Acción:
Crea un «Diario del Aliento». Escribe en él cuando te sientas desanimado y lo que te está causando ese sentimiento. Luego, escribe algo que Dios hizo por ti en el pasado que te ayudó a superar un momento difícil. Esto te ayudará a recordar que Dios siempre está a tu lado, listo para ayudarte a superar el desánimo y recompensarte por tu perseverancia. Recuerda: « hay recompensa para vuestra obra».