27 abril | Adolescentes

¿POR QUÉ CAYÓ JERUSALÉN?

«Pero ellos se mofaban de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio.» 2 Crónicas 36: 16

En el texto de hoy encontramos la triste historia que nos cuenta por qué Jerusalén, la hermosa y sagrada ciudad, terminó cayendo. La razón no fue solo militar o política, fue, sobre todo, espiritual. Este texto nos muestra que el pueblo, incluidos los líderes y sacerdotes, se apartó de los caminos de Dios. Ignoraron las advertencias de los profetas, eligiendo seguir prácticas injustas e idolatría, volviendo la espalda al pacto que Dios había hecho con ellos.

Dios, en su misericordia, intentó varias veces atraer de vuelta a Su pueblo, enviándoles numerosos mensajeros para advertirles. Pero, desafortunadamente, estas advertencias fueron ignoradas. Entonces, el resultado fue devastador: la ciudad fue destruída, el Templo incendiado y la mayor parte del pueblo llevado como esclavo a Babilonia. Este exilio en Babilonia sirvió como una dolorosa consecuencia de la larga jornada de alejamiento de Dios.

Cuando hablamos de este alejamiento de las cosas de Dios, debes saber que es gradual. ¿Cómo es eso? Va aumentando poco a poco. Si descuidamos nuestra relación con Dios, dejando de orar, de participar en los cultos, de leer la Biblia y de buscar momentos de comunión, empezamos a distanciarnos, quizás sin siquiera darnos cuenta. Esto sucede en cualquier tipo de relación. Deja de hacer algunas cosas y el amor  «se enfría». Ten en cuenta que este alejamiento de Dios es una trampa sutil, que comienza con pequeñas negligencias y la falta de atención a Sus palabras. ¡Necesitamos estar atentos a cualquier señal de alejamiento, porque no queremos  «caer» en esta trampa!

En Acción:

Intenta recordar cómo eras cuando conociste a Jesús. ¿Qué hacías antes de empezar a asistir a alguna iglesia? ¿Has cambiado mucho desde aquel entonces? ¿Estás acercándote o alejándote más de Dios? Ora entregándote a Él una vez más en este día.