30 abril | Adolescentes
«Y en respuesta les dije: El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos, porque vosotros no tenéis parte ni derecho ni memoria en Jerusalén.» Nehemías 2: 20
Después de 70 años viviendo como esclavos, el pueblo de Israel finalmente tuvo la oportunidad de regresar a su tierra, Jerusalén. Pero había un gran desafío por delante: la ciudad estaba en ruinas. Bajo el liderazgo de Nehemías, comenzaron la gran tarea de reconstruir. El rey de Persia, Ciro, emitió un decreto permitiendo que los israelitas regresaran a Jerusalén para reconstruir el Templo del Señor y adorarlo allí. ¡Más de 50 mil personas se unieron en esta emocionante misión! Puedo imaginar que cantaban: «El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos».
Comenzaron por el Templo y luego reconstruyeron el muro alrededor de la ciudad. Nehemías sabía lo importante que era tener un lugar para adorar a Dios. Así como Nehemías y el pueblo de Israel se alegraron al reconstruir el templo, nosotros también podemos alegrarnos al estar en la iglesia. En la iglesia, nos conectamos más con Dios y con nuestros amigos. Cantamos, oramos y aprendemos sobre las maravillas que Dios ha hecho y sigue haciendo por nosotros.
En Acción:
Invita a un amigo de la escuela a visitar tu iglesia. Piensa en un día especial, como un evento o una programación infantil, e invita a tu amigo a ir contigo. Antes de invitarlo, piensa en todas las cosas que te gustan de la iglesia y que te gustaría compartir con él. Puede ser la escuela sabática, los cánticos, el momento infantil o los clubes de Aventureros y Conquistadores. Esta invitación es una manera de mostrar a tus amigos cómo la iglesia es un lugar especial y divertido, donde podemos aprender más sobre Dios y hacer nuevos amigos.