2 mayo | Adolescentes

REAVIVAMIENTO Y REFORMA

«Entonces mandé que limpiasen las cámaras, e hice volver allí los utensilios de la casa de Dios, las ofrendas y el incienso.» Nehemías 13: 9

¿Alguna vez has hecho una «limpieza general» en tu casa? Este es el tipo de limpieza, no tan usual, en el que el orden y la limpieza llegan incluso hasta los rincones de la casa que casi nunca recordamos. En Nehemías 13, vemos algo parecido, pero mucho más profundo e importante: un verdadero reavivamiento y reforma entre el pueblo de Israel.

Nehemías, al regresar a Jerusalén, descubrió que muchas cosas se habían desviado del camino correcto desde que se había ido. Las cosas estaban medio «sucias» entre el pueblo de Israel. ¿Qué hizo? ¡No perdió tiempo! Hizo una gran limpieza espiritual. Reorganizó el templo, restableció las leyes de Dios y se aseguró de que el pueblo volviera a vivir de acuerdo con los principios bíblicos y divinos. Fue un cambio radical que devolvió la alegría, el orden y la bendición de Dios al pueblo. ¡Todo volvió a quedar «limpio»!

Este capítulo nos muestra cuan importante es buscar el reavivamiento y la reforma en nuestras vidas. El reavivamiento es como abrir las ventanas para dejar entrar el sol y el aire fresco, renovando el ambiente. De vez en cuando, necesitamos reavivar nuestra fe, ¿sabías eso? Y la reforma es como la limpieza de la que hablamos hoy, donde nos deshacemos de todo lo que no es necesario o que nos hace daño, organizando nuestra vida de tal manera que agrade más a Dios.

En Acción:

Haz una limpieza en tu cuarto, deshaciéndote de todo lo que ya no necesitas. Mientras lo haces, piensa en las áreas de tu vida que también necesitan una «limpieza». Tal vez sea un mal hábito, malos pensamientos o cualquier cosa que te aleje de Dios. Recuerda, limpiar el exterior es bueno, pero limpiar nuestro interior es transformador.