4 mayo | Adolescentes
«Porque Mardoqueo el judío era el segundo después del rey Asuero, y grande entre los judíos, y estimado por la multitud de sus hermanos, procurando el bien de su pueblo y hablando paz para todo su linaje.» Ester 10: 3
¿Alguna vez jugaste con dominós? No al juego con los números, sino al de apilar las piezas y ver cómo todas caen con solo un toque. Este juego puede enseñarnos algo increíble sobre la vida, especialmente cuando leemos la historia de Mardoqueo en Ester 10.
La vida de Mardoqueo es un perfecto ejemplo del «efecto dominó» en acción. Cada elección que hizo, cada acto de bondad y valentía, tuvo un impacto mucho más allá de lo que podría haber imaginado. Tomó la decisión de cuidar a Ester como si fuera su propia hija, una pequeña pieza de dominó que cayó. Otra pieza importante que inició una serie de eventos impresionantes en su vida fue cuando descubrió y denunció una conspiración contra el rey. Este gesto de lealtad no solo protegió al rey, sino que también puso a Mardoqueo en una posición de honor e influencia. Al igual que las piezas de dominó que continúan cayendo, las buenas acciones de Mardoqueo se acumularon, influyendo en Ester para salvar al pueblo judío y llevándolo a él mismo a una posición de gran prestigio.
A través de Mardoqueo, aprendemos que no hay actos pequeños; cada elección que hacemos puede tener un impacto enorme, mucho más allá de lo que podemos imaginar. Su ejemplo nos muestra cómo el valor, la bondad y la fidelidad no solo moldean nuestro destino, sino también el destino de quienes nos rodean.
En Acción:
Para visualizar el impacto de nuestras acciones, juega con dominós en familia. Cuando las piezas comiencen a caer, recuerda la historia de Mardoqueo y cómo su acto heroico de salvar la vida del rey desencadenó una reacción en cadena de bendiciones y victorias.