5 mayo | Adolescentes
«¿No te has fijado en mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?» Job 2: 3
Hay días en los que parece que todo lo que podría salir mal realmente sale mal. Incluso hay un dicho pesimista que dice: «nada es tan malo que no pueda salir peor». Ahora, imaginate esta situación multiplicada innumerables veces. Esa fue la realidad de Job, como nos cuenta el libro de Job en el capítulo 2. Era un hombre bueno y justo, pero enfrentó pérdidas y desgracias que pocos de nosotros podemos imaginar. Perdió su riqueza, sus hijos e incluso su salud. ¿Pero sabes qué es increíble? A pesar de todo, Job nunca perdió su fe en Dios.
Job nos enseña una poderosa lección sobre cómo enfrentar los momentos más difíciles de la vida. Podría haberse rendido, podría haberse enojado con Dios, pero en cambio, permaneció fiel. Sabía que, incluso en las tormentas más oscuras, Dios estaba con él. Su historia nos recuerda una y otra vez que nuestra fe puede ser puesta a prueba de formas que nunca esperamos, pero también resalta la importancia de confiar en Dios, incluso cuando no entendemos por qué suceden las cosas.
Job también nos muestra que está bien lamentar y expresar nuestro dolor. No ocultó sus sentimientos, habló abiertamente sobre su tristeza y confusión. Esto nos enseña que buscar apoyo y expresar nuestros sentimientos es una parte importante del proceso de enfrentar pérdidas y adversidades. No guardes solo para ti lo que te está pasando, ¡habla de ello con tu familia o personas de confianza!
En Acción:
Hoy, escríbete una carta a ti mismo expresando tus sentimientos ante algun desafío o pérdida que estés enfrentando. No necesitas mostrársela a nadie, es solo para ti. En tu carta, recuerda expresar tu confianza en que, a pesar de todo, no estás solo y que puedes encontrar fuerzas para seguir adelante.