9 mayo | Adolescentes
«Ahora cíñete la cintura como un hombre: yo te preguntaré y tú me contestarás.» Job 38: 3
Después de mucho sufrimiento y muchas preguntas, llega un momento en la historia de Job, específicamente en el capítulo 38, donde Dios finalmente responde. ¡Y qué respuesta! No fue una simple explicación, sino una poderosa revelación de la grandeza, sabiduría y soberanía de Dios sobre toda la creación.
Dios comienza a hablar con Job con preguntas que muestran lo limitado que es el entendimiento humano ante la vastedad del universo. «¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?» Estas y otras preguntas similares nos recuerdan que hay muchas cosas más allá de nuestra comprensión. Dios describe la creación del mundo, las maravillas de la naturaleza y los misterios del universo a Job y sus lectores, demostrando Su sabiduría y poder infinitos.
La respuesta de Dios a Job es una invitación a confiar en Aquel que gobierna el universo con sabiduría y amor. Incluso cuando no entendemos el «porqué» de nuestras circunstancias, podemos estar seguros de que Dios está al control y tiene un plan para cada uno de nosotros. Si Él puede controlar todo el universo, ¿por qué no podría controlar también tu vida y la mía?
En Acción:
Para reflexionar sobre la respuesta de Dios y Su soberanía, intenta pasar algún tiempo al aire libre, observando la naturaleza. Piensa sobre las preguntas que Dios le hizo a Job y cómo se aplicarían a tu propia vida. ¿Qué aspectos del mundo que te rodea te demuestran la grandeza de Dios? Luego, en un momento de oración, habla con Dios sobre tus propias preguntas, confía en que Él está escuchando y tiene un plan para ti, incluso si no ves todas las respuestas ahora.