13 mayo | Adolescentes
«Te alabaré, Jehová, con todo mi corazón. Contaré todas tus maravillas.» Salmo 9: 1
Dios ha hecho muchas maravillas en tu vida y en la vida de toda tu familia. ¿Alguna vez has pensado en eso? ¿Has considerado todas las cosas increíbles que Dios ha hecho por ti? En el Salmo 9: 1-2, el salmista expresa su gratitud y alabanza a Dios: «Te alabaré, Jehová, con todo mi corazón. Contaré todas tus maravillas. Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, Altísimo» Alabar a Dios es una forma de mostrar nuestra gratitud por todo lo que Él hace por nosotros. Cuando somos agradecidos, nuestro corazón se llena de alegría y queremos cantar y alabar al nombre del Señor.
A veces, olvidamos agradecer por las pequeñas cosas, como la habilidad de leer este texto, de hablar, de movernos, de respirar. ¡Estas son bendiciones increíbles! Ser agradecido no es solo dar gracias por las grandes cosas, sino también por las pequeñas. Cada día que vivimos es un regalo de Dios, lleno de pequeñas maravillas, y ¿por qué no decirlo?: lleno de pequeños milagros. Cuando comenzamos a notar y agradecer por estas bendiciones, nuestro corazón se llena de alegría y gratitud, y nuestra respuesta final es querer alabar al Señor. Cuando contamos las bendiciones que recibimos, encontramos muchas razones para alabar a Dios.
En Acción:
Crea el estribillo de una canción de alabanza. Piensa en algo por lo que estás especialmente agradecido a Dios y úsalo como inspiración para tu canción. Puede ser una frase corta y fácil de recordar. No te olvides que alabar a Dios es una forma de expresar nuestra gratitud y amor por todo lo que Él ha hecho y sigue haciendo por nosotros.