14 mayo | Adolescentes
«El que anda en integridad y hace justicia; el que habla verdad en su corazón; el que no calumnia con su lengua ni hace mal a su prójimo ni admite reproche alguno contra su vecino.» Salmos 15: 2, 3
¿Qué se necesita para estar cerca de Dios? En el Salmo 15, el salmista hace una pregunta muy importante: « Jehová, ¿quién habitará en tu Tabernáculo?, ¿quién morará en tu monte santo?» En otras palabras, está preguntando quién puede estar en la presencia de Dios. La respuesta es simple, pero muy importante: «El que anda en integridad y hace justicia; el que habla verdad en su corazón; el que no calumnia con su lengua ni hace mal a su prójimo ni admite reproche alguno contra su vecino». Estas son cualidades excelentes que debemos buscar, ¿no te parece?
Este versículo de la Biblia nos enseña a vivir de una manera que agrada a Dios. Ser íntegro es ser honesto y verdadero, como cuando cumplimos una promesa o devolvemos algo que no es nuestro. Practicar la justicia significa tratar a todos de forma igualitaria y correcta, sin ser injustos ni excluir a nadie. Hablar la verdad de corazón es siempre decir la verdad, aunque a veces sea difícil. Y no hacer mal al prójimo es tratar a las personas con amabilidad y respeto, sin lastimar a nadie, ni con palabras ni con acciones. Quien vive así, siguiendo estos buenos comportamientos, no será removido. Y más: ¡habitará con Dios en su santo monte!
En Acción:
Durante una semana, elige hacer actos de bondad sin que nadie sepa que fuiste tú. Puedes dejar una nota de ánimo para alguien, ayudar en una tarea de la casa de forma anónima, o cualquier otra cosa que muestre bondad y cuidado. El objetivo es hacer cosas buenas sin esperar reconocimiento o elogios. Al final de la semana, reflexiona sobre cómo te sentiste al hacer estos actos de bondad secretos. Recuerda, aunque nadie más lo vea, Dios sabe lo que hay en tu corazón y se alegra con tus acciones de amor y bondad.