15 enero | Adolescentes

LA IMPORTANCIA DE NO DARSE POR VENCIDO

«Y el varón le dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.» Génesis 32: 26

Jacob tuvo un encuentro que cambió completamente su vida. Una noche, mientras viajaba, luchó con un hombre misterioso hasta el amanecer. Ese hombre no era cualquier persona, era un mensajero de Dios. Jacob estaba decidido a no dejar de luchar hasta recibir una bendición de este personaje misterioso. Incluso cuando el hombre le pidió que lo dejara ir, Jacob insistió: «No te dejaré ir, a no ser que me bendigas».

Esta historia es un ejemplo increíble de perseverancia, que es el arte de seguir intentándolo sin rendirse, incluso cuando las cosas son difíciles. Jacob sabía que esa bendición era importante, así que luchó toda la noche por ella. ¡No desistió! Gracias a su perseverancia, Dios bendijo a Jacob y, además, cambió su nombre a Israel, que significa «aquel que lucha con Dios».

Perseverar es luchar por nuestros sueños y no rendirse, incluso cuando enfrentamos desafíos. Cuando tenemos fe y no desistimos, Dios reconoce nuestro esfuerzo y nos ayuda a alcanzar nuestros objetivos. Si estás pasando por alguna «lucha» en tu vida, sigue firme, no te rindas, ¡Dios te bendecirá!

En Acción:

Toma una caja pequeña y decórala. Dentro de ella, coloca recordatorios de las veces en que luchaste por algo importante y cómo Dios te ayudó. Puede ser una oración que fue respondida, un desafío que superaste o una bendición que recibiste. Siempre que te sientas desanimado, mira dentro de tu caja para recordar las bendiciones que has recibido de Dios y cómo Él siempre está a tu lado.