30 mayo | Adolescentes
«El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano.» Salmos 92: 12
¿Sabías que algunos árboles pueden vivir cientos de años y seguir dando frutos y flores? Es increíble, ¿verdad? En el Salmo 92, la Biblia nos dice que las personas justas, es decir, aquellas que siguen a Dios y hacen lo correcto, son como árboles frondosos y llenos de vida: «El justo florecerá como la Palmera; crecerá como el Cedro del Líbano. Plantados en la casa del Señor, florecerán en los atrios de nuestro Dios. Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes, para anunciar que el Señor es justo».
Esto significa que cuando elegimos hacer lo correcto y seguimos las enseñanzas de Dios, nuestra vida será aún más hermosa y llena de cosas buenas, así como un árbol se vuelve más hermoso y lleno de frutos. Esta comparación nos muestra que, cuando estamos cerca de Dios, crecemos fuertes y saludables, tanto por dentro como por fuera. Así como un árbol necesita agua, sol y cuidados para crecer, nosotros necesitamos el amor de Dios, Su Palabra y hacer buenas elecciones para crecer en nuestra fe y carácter. Aun cuando envejecemos, podemos seguir dando frutos, mostrando que el Señor es justo.
En Acción:
Hagamos una actividad especial para recordar esta lección. Toma una semilla de una fruta que te guste y plántala en una maceta. Cuida de ella todos los días, dándole agua y asegurándote de que reciba luz solar. Mientras cuidas de tu planta, piensa en cómo puedes crecer y florecer en la presencia de Dios, haciendo buenas elecciones y siguiendo Sus enseñanzas.