21 junio | Adolescentes
«Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.» Eclesiastés 3: 1
Cada cosa en la vida tiene su momento adecuado. ¿Te has dado cuenta de eso? Como cuando esperamos a que la fruta madure para comerla, o cuando contamos los días para que llegue nuestro cumpleaños. En el libro de Eclesiastés, la Biblia nos enseña que «todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora».
Esto significa que hay un momento para reír y un momento para llorar, un tiempo para plantar y un tiempo para cosechar lo que se ha plantado. A veces, queremos que las cosas sucedan rápidamente, pero necesitamos aprender a esperar el momento adecuado. Recuerda, la paciencia es una virtud importante. Dios, en su sabiduría, ha planeado un tiempo adecuado para cada cosa en nuestras vidas. Él sabe cuándo estamos listos para enfrentar nuevos desafíos, aprender lecciones importantes o celebrar logros. Aunque a veces no entendamos por qué algunas cosas tardan en suceder, podemos confiar en que Dios tiene un plan perfecto y que todo ocurrirá en el momento adecuado. Alégrate en esta certeza: «Todo lo que Dios hace permanece para siempre».
En Acción:
Para esta actividad, necesitarás un reloj o un cronómetro (puede ser el del celular). Elige una tarea que normalmente haces rápidamente, como cepillarte los dientes, hacer la cama o comer una merienda. Ahora, haz esa tarea de manera muy lenta, observando cada detalle y movimiento, mientras cronometras el tiempo. El objetivo es aprender a desacelerar y darte cuenta de que no siempre necesitamos estar apurados. Al hacer las cosas con calma, puedes descubrir nuevos detalles y apreciar mejor cada momento. Esta actividad te ayudará a entender que hay un tiempo para ser rápido y un tiempo para ser lento, y ambos son importantes.