7 julio | Adolescentes
«Y te daré los tesoros escondidos y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.» Isaías 45: 3
Imagina encontrar un mapa del tesoro, como esos de las historias de piratas, que te lleva a descubrir algo increíble y valioso. Ahora, piensa que Dios ya tiene un tesoro especial semejante, pero mucho mejor, más importante y duradero. En el texto de hoy, Dios promete dar tesoros escondidos y riquezas guardadas en lugares secretos. Pero no se refiere a oro o joyas. Estos tesoros son mucho más valiosos: son las bendiciones, la sabiduría y el conocimiento que vienen de conocer a Dios y seguir Sus caminos.
Dios dice que abrirá caminos donde parece no haberlos, y que iluminará lugares oscuros. Esto significa que, incluso cuando enfrentamos problemas o situaciones difíciles, Dios puede mostrarnos soluciones y ayudarnos a encontrar cosas buenas en lugares donde anteriormente no veíamos nada. Los tesoros escondidos pueden ser nuevas amistades, aprender algo que nos hace crecer, o incluso descubrir una fuerza dentro de nosotros que no sabíamos que teníamos.
Esta promesa nos enseña que, cuando confiamos en Dios y seguimos lo que Él nos dice, podemos encontrar tesoros increíbles en nuestra vida. Tesoros que mejoran nuestra vida y traen felicidad, tanto para nosotros como para quienes son bendecidos a través de nuestra influencia.
En Acción:
Haz una búsqueda del tesoro en casa o en el jardín, usando pistas que lleven a «tesoros escondidos», descubre pequeñas cosas que te hagan feliz, como tu libro favorito, un recuerdo especial o incluso un dulce delicioso. Mientras juegas, recuerda que, en la vida, Dios nos guía para descubrir tesoros mucho más valiosos: amor, amistad, esperanza y sabiduría.