19 enero | Adolescentes

UN CORAZÓN PERDONADOR

«Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener con vida a mucha gente. » Génesis 50: 20

La historia de José está llena de aventuras, pero una de las partes más increíbles es cuando perdona a sus hermanos. ¿Recuerdas que lo vendieron como esclavo? Años después, cuando José ya era gobernador de Egipto, sus hermanos llegaron hasta allí en busca de comida para sobrevivir al hambre que afectaba también a su región. Él los reconoció y tenía todo el derecho de enojarse con ellos. De vengarse. ¿Pero sabes qué hizo? José hizo algo sorprendente: ¡los perdonó!

José les dijo a sus hermanos: «Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener con vida a mucha gente. » Él entendió que, incluso en situaciones malas, Dios puede traer cosas buenas. José eligió perdonar y ayudar a sus hermanos, mostrando un corazón lleno de bondad, amor y compasión.

Perdonar nunca será fácil, especialmente cuando alguien nos lastima mucho, aún más si es alguien de nuestra familia, a quien amamos y en quien confiamos tanto. Pero la historia de José nos enseña que el perdón puede transformar vidas. Cuando perdonamos, quitamos un peso de nuestra espalda y también de la de la persona a quien ofrecemos nuestro perdón. ¡Así la vida se vuelve más ligera y feliz!

En Acción:

Pon algo que flote en un vaso de agua, como un pedacito de corcho o una hoja pequeña. Ahora, pon una moneda encima. ¡Observa cómo se hunde! Esto muestra lo que nos sucede cuando no perdonamos: nos volvemos «pesados», llenos de rencor y resentimiento. Si te resulta difícil perdonar a alguien, pide ayuda al Señor. Intenta perdonar a alguien y te sentirás más liviano, te lo aseguro.