23 julio | Adolescentes

¿POR QUÉ CAYÓ JERUSALÉN?

«Y a causa de la ira de Jehová contra Jerusalén y Judá, llegó a echarlos de su presencia.» Jeremías 52: 3

Jerusalén cayó por una gran variedad de razones, pero una de las principales fue el alejamiento del pueblo de Dios y sus prácticas de injusticia. En Jeremías 52, leemos sobre la conquista de Jerusalén por los babilonios, un evento trágico que marcó el fin del reino de Judá. Pero esta caída no fue solo por el poder militar de los babilonios. La Biblia nos muestra que la caída de Jerusalén fue también el resultado de las acciones del propio pueblo.

A lo largo de los años, los reyes de Judá y el pueblo se apartaron de los caminos de Dios. Adoraron a otros dioses, practicaron injusticias y no escucharon las advertencias de los profetas, como Jeremías, a quienes Dios envió para guiarlos de vuelta al camino correcto. Estas acciones no solo desagradaron a Dios, sino que también debilitaron al reino moral y espiritualmente, haciéndolo vulnerable.

La historia de Jerusalén es una gran lección sobre cómo nuestras elecciones y acciones afectan no solo a nosotros mismos, sino también a las personas y al mundo que nos rodea. Cuando elegimos vivir de acuerdo a los valores que Dios nos enseña, estamos construyendo una comunidad más fuerte y un futuro mejor para todos. Esto significa ayudar a quienes lo necesitan, ser justos en nuestras decisiones y tratar a todos con amabilidad y respeto. Así, cada uno de nosotros contribuirá a un ambiente donde el bien prevalece, inspirado por el amor y la sabiduría que Dios comparte con nosotros a través de Su Palabra.

En Acción:

Con la ayuda de un adulto, realiza una investigación sobre Jerusalén, busca imágenes de antes de su caída y compáralas con fotos de la ciudad en la actualidad. Observa cómo ha cambiado a lo largo del tiempo y reflexiona sobre cómo luciría hoy si hubiese permanecido fiel a su llamado.