21 enero | Adolescentes
«Y os tomaré por mi pueblo, y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto.» Éxodo 6: 7
Después de la historia de José, que salvó a Egipto y a su propia familia del hambre, el tiempo pasó y llegó un momento en el que un nuevo faraón gobernó Egipto. Este faraón no conocía a José ni al Dios de Israel y terminó esclavizando al pueblo de Israel por muchos años. Pero Dios no olvidó a Su pueblo. Los protegió durante todos esos años. Y cuando pensamos en protección, podemos imaginar a un guardaespaldas o a un defensor valiente, pero ¿sabías que Dios es el mayor protector de todos? Mira esta promesa increíble que Él hizo: «Y os tomaré por mi pueblo, y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto.»
Dios no solo prometió proteger al pueblo de Israel, sino que también mostró Su gran poder al liberarlos de la esclavitud en Egipto. Envió a Moisés para dirigir al pueblo y realizó milagros increíbles para mostrar que Él estaba con ellos.
Esta historia nos enseña que Dios también es nuestro protector. Él cuida de nosotros y nos ayuda en los momentos difíciles. Cuando nos sentimos solos, asustados o preocupados, podemos recordar que Dios siempre está a nuestro lado, listo para protegernos y guiarnos.
En Acción:
Usa cartón o un papel grueso para crear un escudo. Dibuja en él cosas que representen la protección de Dios. Cuélgalo en tu cuarto como un recordatorio de que Dios siempre está cuidándote. Creo que tu cuarto está quedando cada vez más decorado con todas nuestras actividades, ¿verdad?