3 agosto | Adolescentes
«Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligara a contaminarse.» Daniel 1: 8
Daniel era un joven de familia noble en Judá que tenía tres amigos: Hananías, Misael y Azarías. Todos ellos fueron llevados a Babilonia cuando Nabucodonosor conquistó Jerusalén. Al llegar allí, enfrentaron un gran desafío: debían aprender cosas nuevas y comer comidas diferentes, que eran ofrecidas a ídolos. Pero Daniel y sus amigos querían mantenerse fieles a Dios y decidieron no comer esas comidas.
Pidieron comer solo legumbres y frutas. Parece extraño, ¿verdad? Pero ellos sabían que era lo mejor para mantener su fe y su salud. Después de diez días, algo increíble sucedió: estaban más saludables y con mejor apariencia que los otros jovenes que comían las comidas del rey.
Esta historia nos muestra lo importante que es ser firmes en nuestras decisiones, especialmente cuando sabemos que es lo correcto. Daniel y sus amigos eligieron lo que era bueno para ellos, aunque pareciera difícil al principio. Y aunque las golosinas, pizzas, hamburguesas y papas fritas sean deliciosas (¿se te hizo agua a la boca?), también necesitamos comer cosas saludables, pues esto nos hace mucho bien. Comer legumbres y frutas puede ser muy delicioso también. Nos ayudan a crecer fuertes y saludables, igual que a Daniel y sus amigos.
En Acción:
¿Qué tal un desafío? Durante una semana, intenta comer más legumbres y frutas. Prueba nuevos sabores y ve cómo te sientes. ¡Puede que descubras un nuevo alimento favorito! Recuerda, elegir lo saludable es una gran decisión, tal como lo hicieron Daniel y sus amigos.