14 agosto | Adolescentes
«Porque así ha dicho Jehová, el Señor: Yo, yo mismo, iré a buscar a mis ovejas, y las reconoceré.» Ezequiel 34: 11
El texto de hoy nos trae una poderosa lección tanto para los pastores como para las ovejas, es decir, para líderes espirituales y para miembros de la comunidad de fe. Dios, a través del profeta Ezequiel, reprende a los pastores de Israel que no cuidaban bien de sus ovejas. En lugar de alimentarlas, se alimentaban de ellas; en lugar de cuidarlas, las descuidaban y dispersaban el rebaño. Triste, ¿verdad?
Este texto nos recuerda la responsabilidad que tienen los líderes de cuidar bien a las personas que Dios les ha confiado. Los pastores deben ser guías amorosos, que alimenten, cuiden y protejan a sus ovejas. Deben estar atentos a las necesidades de cada una, ayudándoles a crecer espiritualmente y a mantenerse en el camino correcto.
Por otro lado, la lección también es para las ovejas, los miembros de la iglesia, que son animados a seguir y respetar a sus líderes, reconociendo el papel importante que desempeñan en sus vidas espirituales. Sin embargo, también nos recuerda que, por encima de todo, nuestro Pastor supremo es el Señor, quien promete cuidarnos, buscarnos cuando nos perdemos y traernos de vuelta al redil.
En Acción:
Escribe una carta o un tarjeta de agradecimiento a algun líder espiritual que haya sido un buen pastor para ti. Puede ser un pastor, un maestro de escuela sabática o cualquier persona que te haya guiado espiritualmente. Cuéntales cómo su cuidado y orientación han hecho una diferencia en tu vida. Si eres un líder, reflexiona sobre cómo puedes ser un mejor pastor para tus ovejas, tal vez reorganizando tu tiempo para estar más presente o buscando nuevas maneras de atender a sus necesidades espirituales.