28 agosto | Adolescentes
«Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios.» Mateo 5: 9
Junto a sus discípulos, Jesús iba a muchos lugares enseñando sobre el Reino de Dios y el Evangelio. Todo el mundo quería escuchar lo que Jesús tenía para enseñar. Uno de los momentos más recordados donde compartió sus enseñanzas fue el Sermón del Monte. En este sermón, Él nos enseña el camino hacia la verdadera felicidad:
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los que lloran, porque recibirán consolación.
Bienaventurados los mansos, porque recibirán la tierra por heredad.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los de limpio corazón, porque verán a Dios.
Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Jesús quiere ver a todos sus hijos felices. Por eso, aunque alguien en tu familia no se sienta bien en este momento, ora por ellos. Pídele a Dios que todos los que te rodean puedan experimentar la verdadera felicidad que solo Jesús puede ofrecer.
En Acción:
Esta semana, elige una de las bienaventuranzas que Jesús enseñó e intenta ponerla en práctica. Por ejemplo, si eliges «bienaventurados los pacificadores», trata de ser un pacificador en tu casa o escuela. Si eliges «bienaventurados los misericordiosos», realiza un acto de bondad hacia alguien que lo necesite. Cuando termine la semana, comparte con tu familia o amigos de la iglesia cómo fue esta experiencia y qué aprendiste de ella.