5 septiembre | Adolescentes
«Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.» Mateo 19: 21
Un día, un joven muy rico se acercó a Jesús con una pregunta muy interesante: «¿Qué debo hacer para tener la vida eterna?» ¡Vaya! Él quería saber el secreto para vivir para siempre. Jesús, que conoce el corazón de todos, le dio una respuesta que puede sorprendernos. Después de todo, ¿quién no querría saber esta respuesta?
Primero, Jesús se refirió a la importancia de seguir los mandamientos, como respetar a los padres, no mentir y amar a los demás. Al guardar los mandamientos, demostramos al mundo que hemos sido salvados por Él. Pero Jesús sabía que el joven necesitaba más que solo seguir reglas. Entonces, dijo algo que hizo que el joven reflexionara: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme».
Un detalle importante de este texto es que los mandamientos que Jesús mencionó están relacionados con el «amor al prójimo», y concluye diciendo que el joven debería vender sus cosas y darlas al prójimo. Esta respuesta entristeció al joven, ya que tenía muchas posesiones y no quería desprenderse de ellas. Jesús quería enseñarnos que no podemos permitir que nada sea más importante para nosotros que Dios. Él debe ser nuestra única prioridad. No son las cosas que poseemos o lo buenos que somos lo que nos da la vida eterna, sino seguir a Jesús con todo nuestro corazón.
En Acción:
Toma una hoja de papel y dibuja o escribe algo que consideres muy importante para ti. Piensa: «¿Esto es más importante para mí que seguir a Jesús?» Si sientes que algo está ocupando el lugar que debería ser de Dios en tu vida, considera cómo puedes cambiar esto.