16 septiembre | Adolescentes
«Pero él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado. Ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron.» Marcos 16: 6
¿Has pensado en por qué celebramos el comienzo de cada nuevo año contando a partir del nacimiento de Jesús? Jesús no fue simplemente una persona normal; dividió la historia en un antes y un después de Él. Pero lo que realmente hace que Jesús sea recordado y amado por tantas personas hasta hoy no es solo su nacimiento, sino los eventos extraordinarios que ocurrieron después de su muerte.
En Marcos 16: 6, cuando algunas personas fueron a la tumba de Jesús, encontraron a un ángel que les dijo algo sorprendente: «No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado. Ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron». Esto nos muestra que Jesús venció la muerte. Su resurrección es la garantía de que la muerte no es el fin para aquellos que lo aceptan como su Salvador personal.
Si Jesús solo hubiera nacido, vivido, muerto y nada más, tal vez no lo recordaríamos como lo hacemos. Lo que realmente distingue a Jesús y lo hace tan especial es que Él resucitó. Esto nos da la certeza de que, si creemos en Él, también tendremos la oportunidad de resucitar un día y vivir eternamente con Dios. Él es nuestra garantía.
En Acción:
Para recordar esta increíble promesa, haz un dibujo que represente la resurrección de Jesús y lo que significa para ti. Puede ser Jesús saliendo de la tumba, el sol brillando en un nuevo día o incluso una llave, simbolizando a Jesús como nuestra llave para la vida eterna. Coloca tu dibujo en un lugar donde lo veas todos los días, como un recordatorio de la esperanza y la promesa que tenemos gracias a Jesús.