27 septiembre | Adolescentes

EL CREADOR QUE SE HIZO HOMBRE

«Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad; y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre.» Juan 1: 14

En el inicio del Evangelio de Juan, encontramos una de las descripciones más poderosas de Jesús: «En el principio era el Verbo, el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios». Este versículo nos muestra que Jesús no es solo un maestro, un profesor o un profeta, sino que Él es Dios en persona.

La palabra «Verbo» significa «palabra» o «mensaje». Juan nos está diciendo que Jesús es el mensaje vivo de Dios para nosotros. Él es la expresión perfecta del amor y del carácter de Dios. Cuando miramos a Jesús, vemos quién es Dios y cómo es Él.

Este versículo también nos enseña que Jesús estuvo con Dios desde el principio. Él no comenzó a existir cuando nació como un bebé. Siempre ha existido, junto con el Padre y el Espíritu Santo, como parte de la Trinidad. Cuando Jesús vino a este mundo, Él se encarnó, es decir, se hizo carne. Esto es algo maravilloso y misterioso que nos muestra lo grande y asombroso que es nuestro Dios: Jesús.

En Acción:

Para esta actividad, necesitarás dos hojas de papel toalla, marcadores de colores y un plato hondo con agua. Primero, dibuja y colorea una imagen de Jesús en una de las hojas. En la otra hoja, haz solo los contornos del mismo dibujo, sin añadir color. Luego, coloca ambas hojas (la que no tiene color por encima) en el plato con agua. Observa cómo el dibujo de abajo comienza a aparecer en la hoja de arriba, coloreándola también. Esta actividad simboliza cómo Jesús, el Verbo de Dios, puede transformar y dar color a nuestras vidas. Así como el agua hace que aparezca el color en el papel, Jesús trae color y significado a nuestra existencia.