11 octubre | Adolescentes
«Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos» Hechos 4: 11,12
En los tiempos bíblicos, la construcción de edificios era una tarea que requería mucha precisión y habilidad. Una de las piezas más importantes en la construcción era la piedra angular. Esta piedra era la primera en ser colocada en la fundación y determinaba el alineamiento de todo el edificio. Si la piedra angular no estaba bien posicionada, toda la estructura del edificio podría quedar comprometida. ¡Era súper importante!
En el texto de Hechos 4: 11-12, Jesús es descrito como la «piedra angular» que fue rechazada por los constructores. Esto significa que, aunque Jesús era la pieza más importante en el plan de salvación, fue rechazado por las personas que debían recibirlo y aceptarlo. Pero, a pesar de este rechazo, Jesús se convirtió en la base, el fundamento, sobre el cual se construye la iglesia. Sin Él, la iglesia no podría existir.
Así como un edificio necesita una piedra angular fuerte y bien posicionada, nuestra vida espiritual también necesita un fundamento sólido. Jesús es ese fundamento. No bases tu fe en tus padres o en tus amigos. Ellos son muy importantes en tu camino de fe, pero quien debe ser el primero en nuestra vida, quien debe ser nuestra piedra angular es Jesús. Cuando construimos nuestra vida sobre Él, estamos seguros y alineados con el plan de Dios. Él es el único que puede salvarnos y darnos vida eterna.
En Acción:
Para entender mejor la importancia de la piedra angular, intenta construir una pequeña estructura usando bloques o piezas de un juego de construcción. Comienza con una pieza que será tu «piedra angular» y observa cómo influye en el resto de la construcción. Esto te ayudará a recordar que Jesús es la base de todo en nuestra vida.