15 octubre | Adolescentes

¿QUÉ DEBO HACER PARA SER SALVO?

«Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa» Hechos 16: 31

En una noche oscura en una prisión de Filipos, Pablo y Silas vivieron un momento que cambiaría sus vidas y la de muchas otras personas para siempre. Después de ser acusados injustamente, maltratados y encarcelados, en lugar de rendirse al miedo, decidieron cantar y alabar a Dios, aunque estaban encadenados. Entonces, Dios intervino: un terremoto sacudió la prisión, las puertas se abrieron y las cadenas de todos los prisioneros se soltaron.

El carcelero, al ver lo sucedido, se asustó tanto que pensó que todos los prisioneros habían escapado. Sabiendo que eso podría costarle la vida, estaba a punto de hacer algo terrible, pero Pablo lo detuvo. La actitud de Pablo y Silas, y el milagro que ocurrió, llevaron al carcelero a hacer la pregunta más importante de todas (que es la del título del devocional de hoy): «¿Qué debo hacer para ser salvo?»

La respuesta de Pablo y Silas fue simple pero poderosa: «Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y tu casa». Esta respuesta nos muestra que la salvación no es una recompensa por lo que hacemos o dejamos de hacer; sino que viene por creer que Jesús es quien dijo ser: el Dios encarnado que vino a la Tierra para salvarnos de la condenación eterna. Si realmente creemos que Jesús fue nuestro Sustituto, que murió en nuestro lugar, ¡seremos salvos!

En Acción:

¿Ya has declarado que aceptas a Jesús? Si aún no lo has hecho, hazlo ahora en voz alta. ¿Qué sentiste? ¿Te sientes salvo? Aunque a veces te sientas tentado a pensar que debes contribuir de alguna forma a tu salvación, ten la plena certeza: ¡eres salvo! ¿No es maravilloso?