18 octubre | Adolescentes
«Levántate y ponte sobre tus pies, porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto y de aquellas en que me apareceré a ti» Hechos 26: 16
La historia de Pablo es una de las más poderosas historias de transformación y fe que se encuentran en toda la Biblia. En Hechos 26: 1-32, Pablo comparte su testimonio ante el rey Agripa, contando su viaje desde ser un perseguidor ferviente de los seguidores de Cristo hasta convertirse en uno de los apóstoles más dedicados e influyentes, difundiendo el mensaje de Jesús por todo el mundo conocido. El texto de hoy no es solo un relato histórico, es una demostración viva del impacto transformador que Jesús puede tener en una vida.
Un testimonio es mucho más que una historia personal, es la prueba viva de cómo el amor y el poder de Jesús pueden transformar completamente a una persona. Es por eso que estamos llamados a ser testigos, a compartir con el mundo las grandes cosas que Jesús ha hecho por nosotros. Así como Pablo tuvo el coraje de hablar ante el rey Agripa, cada uno de nosotros tiene una historia única con Jesús que necesita ser contada. Nuestros testimonios personales son herramientas poderosas que Dios utiliza para alcanzar corazones y cambiar vidas. A través de nuestro testimonio, revelamos no solo lo que Dios ha hecho por nosotros, sino también todo lo que Él espera ansiosamente poder realizar en la vida de los demás.
En Acción:
Prepárate para contarle al mundo tu historia con Jesús y cómo Él ha transformado tu vida. Para esto, tómate un momento para escribir tu propio testimonio. Reflexiona sobre cuándo aceptaste a Jesús en tu vida y cómo ha sido tu caminar con Él. Recuerda los momentos en los que has sentido Su presencia, fuerza, consuelo o dirección de manera especial. Escribir tu testimonio no es solo un ejercicio de reflexión personal, es también una forma de prepararte para compartir con otros, en cualquier oportunidad, el impacto transformador que Jesús ha tenido en tu vida.